El estilo mediterráneo y el estilo mexicano son dos estilos de diseño bastante distintos entre sí. Sin embargo, es posible crear una combinación interesante entre ambos estilos.

El estilo mediterráneo caracteriza por colores cálidos, tonos tierra y materiales naturales como la madera y la piedra. También se suele utilizar una gran cantidad de plantas y flores, así como azulejos de colores vivos en los patrones de las paredes y suelos. Por otro lado, el estilo mexicano se destaca por su paleta de colores brillantes y alegres, como el rojo, el amarillo, el naranja y el verde. También es común ver en este estilo el uso de azulejos de colores vivos, especialmente en diseños geométricos.

Para combinar ambos estilos, se pueden utilizar elementos decorativos típicos del estilo mediterráneo, muebles de madera, paredes de piedra, alfombras de fibras naturales y plantas verdes.

Se pueden añadir toques de colores vibrantes en textiles y accesorios que reflejen la estética mexicana.

Por ejemplo, se pueden incorporar cojines o mantas de colores vivos, cestas tejidas a mano y cerámica de colores brillantes para lograr un ambiente cálido y acogedor con un toque de frescura y energía.

Este revestimiento tan propio de las casas mexicanas más in toma su nombre de un árbol endémico del estado de Yucatán. La resina de este árbol la utilizaban los mayas para realizar sus estucos y ornamentos. Hoy en día, se emplea esta resina en una mezcla junto con cemento blanco y piedra caliza para dar lugar a ese acabado entre minimalista y rústico.